sábado, 27 de enero de 2007

Cuando solo nos queda el aula

A veces hay días en que uno se encuentra perdido en este universo de pretensiones, objetivos, discursos y vanidades.

A veces, algunos días dejaría uno el mundo correr y que las torres se calleran por sí solas, siendo como es ese su inevitable destino.

Es imposible mantenerse contracorriente. Es imposible sobrevivir erguido con tantas cosas a la espalda.

Esos días uno tira la toalla de reencontrarse con algún objetivo común, con alguna utopía del prójimo, con algún sueño por alcanzar junto al resto del mundo.

Por eso algunos días renovamos nuestro oficio y volvemos al origen:

solo nos queda el aula...

y no es poco...

lunes, 22 de enero de 2007

Yo y el expertismo



Sí, sí... esta vez creo que me he inventado un "palabro" nuevo... "expertismo". Y la cotidianeidad de las aulas me hace no gozar ya de mi status de profe vacacionero. Por eso ni siquiera me voy a preocupar por buscarla en el diccionario.

El "expertismo" o "expertitis" es esa epidemia que le da a un gran se
ctor del profesorado en cuanto llevan medio año trabajando, que consiste en creerse ya un experto (y por tanto intocable) en la materia. El problema de esta enfermedad es que es altamente contagiosa, y que uno se da cuenta rápidamente que es incompatible con el "padrismo" o "padritis" (tener en consideración a los padres de la criatura con que trabajamos) o con algo mucho peor, el "administracionismo agudo de estómago", que hay que tener estómago para tragarlo, por consistir en estar de acuerdo con la administración.

Por eso un gran número de nosotros y nosotras decide "motu propio" que se le pegue esa enfermedad, algo así como hace uno con la varicela cuando es pequeño, que es mejor pasarla cuanto antes. Y al igual que ésta, deja marcados nuestros genes para siempre. Muchos de nuestros colegas piensan que es preferible un "mal menor" para toda la vida, que las otras dos enfermedades antes descritas, mucho más fulminantes.

----- (Compañero visiblemente feliz
porque comienza su expertitismo)

Ocurre que cuando uno lleva tres meses (no hace falta mucho más) empiezan a olvidársele los sueños de juventud, la adolescencia... es el primer síntoma (similar al alzheimer). Seguidamente, si uno es padre o madre automáticamente se le olvida también este papel, y el de ser de izquierdas, o de derechas, o creer en algo en la vida. Aquí la cosa empieza a agravarse.

Más adelante, cuando uno tiene sus primeros encuentros con las familias y con la administración, puesto que suele suceder que éstos contagian la "padritis" y el "administracionismo", uno decide mucho más pegarse a aquéllos que han sido aceptados por la sociedad a pesar de que su expertismo les haría merecedores de un buen psiquiátrico.

Por otra parte, suele suceder que en cuanto uno acude a uno de esos
utilísimos curso sobre "Las TIC, los espermatozoides en Australia y su didáctica"... ya la cosa llega a su apogeo. "Encima, me formo para ser aún más experto", "¿Y luego va a venir un padre, una madre o la administración a decirme a mí lo que tengo que hacer?".

Los daños colaterales que provoca esta enfermedad son la soledad, la tristeza, el desamparo, la monotonía, el aburrimiento y la desidia... todos ellos males menores comparados con la padritis y el administracionismo.


(Algunos insignificantes
daños colaterales)

Por eso si alguien sigue siendo tan suicida como para pensar que es mejor no caer en el expertismo sepa que no me hago responsable de lo que voy a decir a continuación.

EL TRATAMIENTO PARA EL EXPERTISMO CONSISTE EN

SABER ESCUCHAR Y SABER DIALOGAR,

duras palabras para cualquier experto como nosotros.

Ustedes verán lo que hacen.

Yo me lavo las manos si luego son tan ruines de llevarse bien con su alumnado, sus familias o con alguien que medianamente pertenezca
a la administración o sea un cargo superior.



jueves, 18 de enero de 2007

Ese no es nuestro ambito (y II)

Me parece muy fructífero este debate y me motiva a seguir... continuemos desde este foro reflexionando en voz alta.

Creo que va siendo hora de ir aterrizando en el ámbito educativo y en el contexto de ese comentario ("ese no es nuestro ámbito"), ya que mis dos ejemplos anteriores quizá resulten demasiado abstractos.

"Ese no es nuestro ámbito" también dijo el "broker" de wall street junto al alto ejecutivo cuando dos mil familias iban al paro sin subsidio de ningún tipo a causa de una fusión de empresas. Su ámbito era hacer dinero, no los problemas sociales.

"Ese no es nuestro ámbito" debieron decir aquéllos titulados superiores estadounidenses a los que se preguntó dónde estaba situada España y dijeron: "¿en México?". Grandes médicos, seguramente de Houston (donde únicamente hay buenos médicos, al parecer) pero por lo demás...

Y "ese no es nuestro ámbito" dijo aquél profesor de Sociales de 3º de ESO cuando descubrió hacia el final de curso que sus alumnos no sabían que significaba la palabra "cronología", y no eran capaces de entender dos frases seguidas del libro de texto. "Eso es cosa de los de lengua", debió pensar, o de esos profesores y centros que el niño o niña ha tenido hasta ahora. Los de la U Universidad, que cada vez los de Bachillerato salen peor, los de Bachillerato, que la culpa la tiene la ESO, los de la ESO porque en Primaria no enseñan (los aprueban por la cara) y los de Primaria a los de Infantil porque no han adquirido hábitos. Y los de infantil, finalmente... A LA MADRE QUE LOS PARIÓ (a los niños) por lo mismo (por haberlos parido).

De nadie es el ámbito solucionar la "falta de base" de la que siempre, constantemente y en todos los contextos, nos quejamos los profesores, que ni siquiera somos capaces de definir qué es eso de la base.

Repasemos cuáles son nuestras funciones como profesores, como tutores, como miembros de un Claustro, un Consejo Escolar, cuáles son los objetivos de la Secundaria Obligatoria e incluso los objetivos generales de nuestra asignatura... y veremos cómo solo algunos de esos objetivos se refieren a los contenidos de nuestra asignatura. Otros se refieren al respeto, la convivencia, la interdisciplinariedad, la atención a la diversidad, la conciencia crítica, la autonomía, la toma de decisiones, la ciudadanía, la educación en valores... Si nos ceñimos a nuestra especialidad, no tengo ninguna duda de que un CD-ROM o Internet puede transmitir muchísimo más y mejor de lo que yo pudiera siquiera soñar. Por tanto, ¿cuál es mi función en el mundo?

Si todos miramos hacia otro lado cuando damos un paso fuera de nuestro aula, ¿quién va a tirar la primera piedra contra este podrido, maltrecho y nauseabundo sistema educativo que hace aguas por todas partes? ¿La solución es encerrarnos?

Todos necesitamos una especialidad para sobrevivir, para tener un sueldo a final de mes y sobre todo para poder justificarlo de forma concreta... pero lo que hoy en día (más que nunca) necesitan nuestros alumnos es superar erudiciones pedagógicas y Quijotes de aula para ver el mundo en su conjunto, en perspectiva humanista.

Un proyecto que se llama "Ciudades educadoras", que por tanto contiene ya en su título su destino educativo, que incluye acciones formativas en Centros educativos, además de grupos de trabajo de interculturalidad, de coeducación, de medio ambiente, de música, de literatura, Universidades Populares, etc... en el que además cada cual decide su propio grado y nivel de implicación, que puede ir desde el conjunto de una ciudad o municipio hasta actividades concretas de aula... aunque lo dirijan las autoridades municipales... creo definitivamente que SÍ ES MI ÁMBITO.

Todo aquéllo que contiene la palabra "educativo" o "cultural" debiera al menos provocar nuestra curiosidad. Yo sé a ciencia cierta que a tí curiosidad y perspectiva humanística es precisamente lo que te sobra, querido amigo. Por eso creo que debemos intentar extender esa visión a nuestros alumnos y alumnas, nuestros niños y niñas, nuestras personas.

martes, 16 de enero de 2007

Ese no es nuestro ámbito (I)

Querido amigo mío:

Me encanta que hace unos días me hicieras ese comentario ("ese no es nuestro ámbito") porque tanto esta frase como otras muchas por tí dichas suscita en mí toda una serie de reflexiones, como el caso de aquél comentario sobre la evaluación inicial, que ni siquiera sé si recordarás. Siempre tus opiniones resultan reveladoras o invitan a la discusión constructiva, en este caso.

"Ese no es nuestro ámbito". Eso debieron pensar aquél ginecólogo que junto al oftalmólogo y el radiólogo dejaron morir desangrado a un paciente que lo único que tenía era un corte en el brazo. El primero se dedicaba solo a cuestiones femeninas, el segundo a los ojos, el tercero a radiografías... y como no era el ámbito de ninguno de los tres (sino más bien de un ATS o un médico general, en todo caso) dejaron al paciente morir.

"Ese no es nuestro ámbito" dijeron también los cuatro científicos encargados de salvar el planeta, ante la llegada del apocalipsis. Uno era físico, el otro geólogo, un tercero era biólogo y el cuarto astrónomo. Si bien los cuatro estaban de acuerdo en que el mundo se acababa, de ninguno era ámbito ni competencia directa... y el mundo desapareció. El físico decía que él solo explicaba mediante cálculos todo lo que pasaba, pero que sus descubrimientos por sí solos no salvarían el planeta, por lo tanto no era ese su ámbito. El geólogo, que solo con salvar la parte física no sería suficiente, por tanto no era ese su ámbito. El biólogo igual en cuanto a fenómenos naturales, explosiones volcánicas y demás. Y el astrónomo, aunque se dedicaba a todos los planetas en general (y la tierra es un planeta, cosa que Plutón no, por ejemplo) no sabía nada más allá de movimientos interplanetarios, constelaciones y demás... no era su ámbito.


(Continuará muy en breve)

jueves, 11 de enero de 2007

Diálogos para Besugos


Diálogo para prevenir la violencia en la escuela, para la mediación de conflictos,

diálogo con las familias,

diálogo entre agentes sociales,

diálogo con el alumnado y entre el alumnado,

diálogo sobre temáticas sociales,

diálogo igualitario,

diálogo con la Administración,

diálogo entre el profesorado,

diálogo desde Sócrates,

diálogo para participar y para la democracia,

diálogo para prevenir y reflexionar y construir y consensuar,

diálogo entre obreros y empresarios,

diálogos en Naciones Unidas y entre Naciones Des-Unidas,

EL DIÁLOGO COMO SOLUCIÓN



... Y ahora unos señores que representan a la mitad de España DICEN QUE NO HAY QUE DIALOGAR para solucionar un conflicto.


¿Qué podemos esperar después en nuestras aulas, en nuestras escuelas?


miércoles, 3 de enero de 2007

Acabaremos todos a Disciplinazos

Es muy habitual en el ámbito educativo utilizar la palabra "Disciplina". Al menos aquellos que trabajamos directamente con niños y adolescentes la escuchamos constantemente e incluso la utilizamos a menudo.

Por eso ahora, aprovechando las horas ociosas que brindan estas magníficas y archiconocidas "vacaciones del maestro", me he propuesto clarificar su significado

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

Disciplina. (Del lat. disciplīna).

  1. f. Doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral.
  2. f. Arte, facultad o ciencia.
  3. f. Especialmente en la milicia y en los estados eclesiásticos secular y regular, observancia de las leyes y ordenamientos de la profesión o instituto.
  4. f. Instrumento, hecho ordinariamente de cáñamo, con varios ramales, cuyos extremos o canelones son más gruesos, y que sirve para azotar. U. m. en pl.
  5. f. Acción y efecto de disciplinar.

~ eclesiástica

  1. f. Conjunto de las disposiciones morales y canónicas de la Iglesia.

Disciplinar1 (Del lat. disciplināris).

  1. adj. Perteneciente o relativo a la disciplina eclesiástica.

Disciplinar2 (De disciplina).

  1. tr. Instruir, enseñar a alguien su profesión, dándole lecciones.
  2. tr. Azotar, dar disciplinazos por mortificación o por castigo. U. t. c. prnl.
  3. tr. Imponer, hacer guardar la disciplina (observancia de las leyes).

Disciplinazo

  1. m. Golpe dado con las disciplinas.

A la luz siempre clarificadora del Diccionario de la RALE, la única acepción que se acerca al ámbito educativo es "instruir, enseñar a alguien dándole lecciones". Ahora bien, revísense los puntos de vista de cada uno en cuanto a la educación, pues si bien en otros tiempos la función del profesor era "dar lecciones", yo creo que ahora hay que superar esa visión, buscando que las lecciones sean construidas por el propio alumnado, que aprendan por sí mismos, entre sí, interactuando con todos los adultos que sea posible, con toda esa realidad cercana a su alcance, con el profesor o profesora también...

Si no (así nos luce el pelo) estamos condenados a acabar a disciplinazos unos con otros (véase definición de este extraño palabro más arriba).

Sinceramente pienso que las auténticas lecciones las da el alumnado, las familias, la sociedad en su conjunto al profesor, y no a la inversa.

Me voy a proponer seriamente eliminar de mi vocabulario esta palabra... horrible intuía que era desde hace tiempo. Ahora lo confirmo.

Piénsenlo.



martes, 2 de enero de 2007

Prevención de la violencia de género


Como no era cuestión de empezar el año con ningún mensaje ácido, crítico o removedor de conciencias como los últimos del año pasado y primeros de este blog, he creído mucho más conveniente empezar con una propuesta interesante.

El título de este libro de Elena Duque (2006): Aprendiendo para el amor o para la violencia. Las relaciones en las discotecas, Barcelona, El Roure, puede parecer incluso frívolo o irrelevante. Sin embargo, la autora analiza de un modo bastante exhaustivo cómo se producen hoy por hoy las relaciones entre hombres y mujeres, partiendo del análisis histórico de las discotecas; las distintas teorías sobre el amor, las relaciones de pareja, la solidaridad entre mujeres...; las aportaciones y problemáticas del feminismo... para después incluir las voces de las propias actoras, a través de una serie de entrevistas.

Y finalmente la propuesta ("como siempre", podríamos decir) está en el diálogo.


La propuesta es el diálogo que nos lleve a proponer otras interacciones, otra forma de entender las relaciones que no sea la machista, autoritaria, la de la "falsa libertad sexual" que muchas veces vivimos. Fomentando relaciones basadas en el diálogo solidario entre mujeres; la libertad sexual entendida como libertad de elegir posturas más o menos tradicionalistas, más o menos "modernas" o construir y reinventar incluso nuestra opción sexual; y el diálogo también en el establecimiento de normas de pareja, ya sea esta pareja esporádica o duradera, normas construidas desde un punto de vista no estratégico (no por el interés de una de las partes, como habitualmente ocurre en el "ligue") sino por el bien común.

Un ejemplo a seguir y transmitir desde nuestras aulas.

Feliz año nuevo 2007 a todas y todos.