miércoles, 3 de enero de 2007

Acabaremos todos a Disciplinazos

Es muy habitual en el ámbito educativo utilizar la palabra "Disciplina". Al menos aquellos que trabajamos directamente con niños y adolescentes la escuchamos constantemente e incluso la utilizamos a menudo.

Por eso ahora, aprovechando las horas ociosas que brindan estas magníficas y archiconocidas "vacaciones del maestro", me he propuesto clarificar su significado

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

Disciplina. (Del lat. disciplīna).

  1. f. Doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral.
  2. f. Arte, facultad o ciencia.
  3. f. Especialmente en la milicia y en los estados eclesiásticos secular y regular, observancia de las leyes y ordenamientos de la profesión o instituto.
  4. f. Instrumento, hecho ordinariamente de cáñamo, con varios ramales, cuyos extremos o canelones son más gruesos, y que sirve para azotar. U. m. en pl.
  5. f. Acción y efecto de disciplinar.

~ eclesiástica

  1. f. Conjunto de las disposiciones morales y canónicas de la Iglesia.

Disciplinar1 (Del lat. disciplināris).

  1. adj. Perteneciente o relativo a la disciplina eclesiástica.

Disciplinar2 (De disciplina).

  1. tr. Instruir, enseñar a alguien su profesión, dándole lecciones.
  2. tr. Azotar, dar disciplinazos por mortificación o por castigo. U. t. c. prnl.
  3. tr. Imponer, hacer guardar la disciplina (observancia de las leyes).

Disciplinazo

  1. m. Golpe dado con las disciplinas.

A la luz siempre clarificadora del Diccionario de la RALE, la única acepción que se acerca al ámbito educativo es "instruir, enseñar a alguien dándole lecciones". Ahora bien, revísense los puntos de vista de cada uno en cuanto a la educación, pues si bien en otros tiempos la función del profesor era "dar lecciones", yo creo que ahora hay que superar esa visión, buscando que las lecciones sean construidas por el propio alumnado, que aprendan por sí mismos, entre sí, interactuando con todos los adultos que sea posible, con toda esa realidad cercana a su alcance, con el profesor o profesora también...

Si no (así nos luce el pelo) estamos condenados a acabar a disciplinazos unos con otros (véase definición de este extraño palabro más arriba).

Sinceramente pienso que las auténticas lecciones las da el alumnado, las familias, la sociedad en su conjunto al profesor, y no a la inversa.

Me voy a proponer seriamente eliminar de mi vocabulario esta palabra... horrible intuía que era desde hace tiempo. Ahora lo confirmo.

Piénsenlo.



1 comentario:

Lázaro dijo...

Que quieres que te diga, yo también soy profesor y no me convencen nada tus planteamientos. Son muy hermosos, muy teóricos, "enseñar a aprender". A mí también me dan lecciones los alumnos y las familias. Vaya que si me las dan, casi a diario, y no son nada reconfortantes. Creo que tu confundes disciplina con autoritarismo.Para mí la disciplina es una herramienta, tan básica como un destornillador para un mecánico. Y si esperas que tus alumnos (y hablo de los normales, no de los buenos, que funcionan solos) aprendan de la forma que tú planteas (argumentos más que manidos por los políticos y el discurso progre y a la moda)así, interactuando, construyendo sus propias lecciones, adaptándose a su vida como lo hicieron tarzán o mowglie en la jungla, pues nada, espera, no seré yo quien te quite la ilusión. Ya ves, yo también soy profe y reivindico la disciplina; no sé como nos lucía el pelo antes; pero sé lo lacio que lo tenemos ahora. Y para mí, discursos como el tuyo tienen gran parte de culpa. Un saludo colega.