domingo, 7 de junio de 2009

Pedagogía y BOE


Con la incierta promesa de actualizar este blog más a menudo, me reengancho una mañana de domingo soleado de junio, una mañana electoral (¿o electoralista?) para hacer de nuevo de profesor de lengua. Al mirar la cantidad de entradas que dedico en este blog a aclarar conceptos y echar mano del diccionario, me planteo si estaré ante otra de mis frustraciones (ser profesor de lengua). Se lo diré a mi psicoanalista.


Me inquietan enormemente toda esa cantidad de pseudo-filósofos con atribuciones de expertos que basan sus actuaciones educativas en lo que dice el BOE o los boletines oficiales correspondientes de sus comunidades autónomas.


Un par de ejemplos y luego la aclaración.


Imaginemos el cirujano que, en urgencias ese día, le llega un paciente en estado crítico, casi a punto de entrar al coma por un accidente de tráfico. Y entones este médico lo primero que hace es recordar la ley. Los médicos estudian tanto que ni siquiera tienen que volver a ojearla (se la sabe). Y decía la ley: "cualquier intervención de urgencias se realizará en quirófanos expresamente destinados a tal fin, cumpliendo con las medidas de seguridad e higiene y todos los medios técnicos necesarios que garanticen una adecuada respuesta".
Y el cirujano hace justamente eso: lo lleva a un modernísimo quirófano, limpísimo y con cientos o miles de máquinas, botones, cables, luces... y lo deja ahí. Minutos más tarde, el accidentado paciente muere.

O ese otro caso, mucho menos tremendo, del empresario que decide montar una fábrica de juguetes de plástico. Y es tan sensanto este empresario que lo primero que hace es consultar la legislación, vayamos a fastidiarla ya desde el primer momento... Y hace caso a multitud de indicaciones sobre los espacios, el medio ambiente, la seguridad laboral... hasta hace caso a los convenios con los sindicatos sobre sueldos, personal a contratar, perfiles laborales... Y un día la fábrica abre. Y se ponen en funcionamiento las máquinas. Y dos meses más tarde tiene que cerrar por el gasto tan grande de electricidad y recursos, y sobre todo porque cumpliendo únicamente la ley no han sido capaces de fabricar ni un solo juguete.


¿Dice la ley cómo hay que operar? ¿dice la ley cómo fabricar un juguete?


¿DICE LA LEY LO QUE TENEMOS QUE HACER CON ESAS TREINTA CRIATURAS QUE TENEMOS DELANTE TODOS LOS DÍAS EN EL AULA?


Las leyes, recordemos, las hacen los políticos
. Esos mismos que para unas elecciones europeas no nos informan prácticamente de nada, salvo de que todos tienen un montón de trapos sucios que lavar. Esos mismos que pretenden que nos ilusionemos con una Europa ficticia que solamente sirve para darnos ayudas y para dos o tres "chorradas" (así lo piensan ellos) sobre medio ambiente y similares. Una Europa que no apasiona a nadie, porque nadie la siente como suya. Una amplia cantidad de gente está de acuerdo en que la clase política española provoca ganas de llorar, de reir, de cortarse las venas, o como voy a hacer yo, simplemente no ir a votar.

Sin embargo, en los claustros, las reuniones de zona, la delegación, la inspección (perdón, hay cosas que es mejor ni nombrarlas)... casi exclusivamente se habla de normativa. Esa normativa que HAN HECHO LOS POLÍTICOS.


Las leyes son triunfalistas, oportunistas, se dejan guiar por modas disfrazadas de demandas sociales, atienden a intereses no siempre democráticos (por ejemplo, la iglesia)... y las hacen esas mismas personas que criticamos todos los días y en todas partes (por cierto, que se lo tienen bien merecido).

La pedagogía es otra cosa... el día a día en el aula es otra cosa. Y aunque no nos queda más remedio que tener un quirófano bien limpio... (además, es bueno), luego cada cual tendrá que buscar o aprender su manera de operar o de hacer juguetes.


No sea que se nos mueran nuestras criaturas, o que no tengan nada ni nadie con quien jugar.

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