En cualquier caso, lo interesante de estas gráficas es, en mi opinión, ver en qué aspectos consideramos que estamos "más fuertes" y en cuales "menos fuertes", independientemente de su valor absoluto y de que se corresponda o no con la realidad que observan los demás. En mi caso particular, aunque considero que no ando demasiado mal en ningún aspecto, sí que creo que en cuanto a las habilidades personales tengo un perfil más "estable" que en las habilidades técnicas.
Considero que, entre esas habilidades personales, posiblemente la asertividad sea la que mejor me defina, ya que no creo que nadie sienta un ataque en el momento en que yo defiendo determinada idea. Más bien al contrario: intento buscar siempre un punto de conciliación y ponerme en la piel de los demás. Es por eso que creo que en empatía, preocupación por los otros y escucha activa, tampoco voy mal. Bajo la idea de "personas que se suman voluntariamente a proyectos", sin imposiciones, sin buscar el "todos a una", sino simplemente desde el respeto a la iniciativa personal, creo que he conseguido coordinar de manera bastante adecuada determinados proyectos. En lo que quizá esté más flojo es en la "claridad y concisión en la expresión", y lo digo más por la concisión que por la claridad. La brevedad, nunca fue mi virtud.
En cuanto a las habilidades técnicas, ¿quién no se consideraría profesional, o motivado, cuando hace un curso para la función directiva, y tiene la intención de estar en la dirección? No creo que nadie que se considere mal profesional, o poco motivado, estaría aquí. En cuanto al resto de parámetros, destaco el conocimiento del centro y la comprensión del contexto (llevo siete años en este centro, embarcándome siempre en mil proyectos de innovación, muchos abiertos al entorno), y también la negociación, que guarda estrecha relación con lo que decía en las habilidades personales: siempre intento buscar un punto de conciliación, un punto de entendimiento entre diferentes partes. En el otro extremo (aunque no me veo mal, del todo), estarían la gestión del tiempo (siempre "me pilla el toro" con los plazos, termino trabajando hasta las 3 de la mañana en casa...), y la gestión del conflicto, no en el sentido del profesorado o de las familias, sino en cuanto al alumnado. Reconozco mi desconocimiento en cuanto a cómo actuar cuando se dan conflictos entre el alumnado, no ya a la hora de aplicar sanciones, sino sobre todo buscando el diálogo, la resolución del conflicto y la prevención, de manera que no ocurra en futuras ocasiones.
Lo que yo digo... "para personas sin abuela".
A continuación, los gráficos:
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